Aún hoy encontramos
vestigios de una metodología de violencia institucional que acecha en el
campo de la salud mental, como el infame suceso de represión policial acontecido
en el hospital Borda el 26 de abril del 2013, en que fuimos testigos junto a otros trabajadores y pacientes, de un
increíble y dantesco espectáculo.
Una topadora gigantesca,
ingresada silenciosamente de madrugada al predio del hospital por órdenes de la
jefatura de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, - que aún hoy sigue
justificando el hecho negando responsabilidad -, arrasaba con un antiguo
edifico en el que funcionaba el
denominado Taller Protegido 19, a pesar del amparo judicial ante la anunciada
demolición, resistida y denunciada por trabajadores.
Lo más sorprendente de dicho suceso fueron las condiciones de “protección” para llevar a cabo la destrucción del edificio del Taller protegido vallado a su alrededor: de golpe y a primera hora de la mañana fue rodeado por trescientos efectivos policiales de la metropolitana y de grupos especiales de infantería, quienes en un calculado operativo sorpresa, reprimieron ferozmente a quienes desconcertados, algunos en la potenciada perplejidad e íntima desolación vinculada a las voces que lo afectaban, intentaron resistir semejante atropello, como el joven paciente que se encontraba internado en el servicio a nuestro cargo, y salía a realizar caminatas por el parque antes del desayuno, que esa mañana avisó con intensa angustia de la presencia del personal policial.
Operativo sin precedentes en un hospital
público, dirigido a pacientes, profesionales, trabajadores, familiares,
periodistas, legisladores, que se hallaban en el parque o se fueron acercando al enterarse de semejante atropello. Cerca de
cincuenta personas resultaron heridas
por balas de goma, dirigidas a corta distancia sobre los cuerpos, muchas otras afectadas anímicamente, por el
impacto subjetivo de dicho acto.
Un año antes, el 26 de abril del 2012, se
realizaba una asamblea en el teatro del
hospital con masiva presencia de trabajadores, a fin de discutir la propuesta solicitada
por la vice jefa de gobierno de cerrar un acuerdo para la construcción del anunciado “Centro Cívico” a cambio de reacondicionar el edificio
hospitalario, con la firma de representantes gremiales junto al director del
hospital. Por amplia mayoría y con voto a mano alzada la asamblea se pronunció
por el no a dicho planteo.
Cristina Gartland.
Vicepresidenta de APBA
Fragmento del
trabajo expuesto en la mesa “Salud
Mental y Derechos Humanos” el 8 de agosto del 2013 en la sede de APDH, organizada
por la APBA con motivo del Día del Psicólogo víctima de terrorismo de estado.
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