25
de noviembre de 2014
EDITORIAL DEL DIARIO LA NACIÓN DEL 20 DE
NOVIEMBRE. MENTIRA, INFAMIA E IRRESPONSABILIDAD
El anónimo
editorialista del diario La Nación, ha afirmado que en las cárceles argentinas
mueren ancianos acusados por crímenes de lesa humanidad, sin la debida atención
médica. Afirma que son sometidos a juicios amañados, acusados por falsos
testigos. Que el Ministro de Gobierno, de la Provincia de Buenos Aires durante
la Dictadura, Jaime Smart, responsable de las fuerzas de seguridad en su
jurisdicción, es acusado por portación de cargo. Atribuye las sentencias al
Gobierno y su ideología política y compara la situación con las decapitaciones
de Robespierre, los juicios de Stalin y los fusilamientos en Cuba.
Sin intentar responder
a argumentos que se descalifican a sí mismos, que atrasan con respecto a
decisiones ya irreversibles del pueblo argentino, y que se basan en la mentira,
deseamos puntualizar algunos aspectos, llevados no por la indignación que
producen, sino por la necesidad de no permanecer indiferentes ante la falta de
respeto por la Memoria, la Verdad y la Justicia.
El Doctor Ricardo
Lorenzetti afirma en su libro, Derechos humanos: justicia y reparación, que “el
fenómeno argentino ha sido un camino trabajoso fundado en la determinación de
una sociedad de poner fin a la impunidad.” Pretendiendo contrariar esta
realidad, el editorialista anónimo, ignora la valentía de testigos que una y
otra vez relatan su suplicio, frente a los rostros impasibles de sus
victimarios, reviviendo infinitamente su sufrimiento. Ignora la aparición de
cadáveres de madres y de monjas flotando en el mar. El hallazgo de fosas con
restos humanos. El testimonio vivo que constituyen los nietos recuperados y el
sufrimiento eterno de las familias que buscan a los cientos de desaparecidos
vivos, sin que sus desaparecedores contribuyan a su reencuentro, revelando la
verdad que ocultan.
Llama al genocidio,
así caracterizado por la justicia, guerra antisubversiva. Ignorando las
convenciones internacionales que rigen la guerra y el tratamiento de
prisioneros. Ignorando que ninguna de las características que definen una
guerra se dieron durante la instauración del Terrorismo de Estado.
Ignora que el Estado
de Derecho no ha fusilado, no ha decapitado, ni ha llevado a cabo juicios
sumarísimos, con los que pretende comparar la realidad argentina, falseando los
hechos.
Ignora que es el Poder
Judicial, y no el Legislativo ni el Ejecutivo, quien juzga y condena. Que, por
el contrario, durante décadas, los otros poderes amordazaron al Judicial
impidiéndole con Leyes inconstitucionales, restrictivas del Derecho, y con
Indultos, cumplir con su misión. Que los genocidas condenados y los presuntos
asesinos que son juzgados, llegan a la cárcel siendo ancianos, porque
usufructuaron la impunidad durante cuarenta años, mientras la sociedad
reclamaba, desde un principio, juicio y castigo. Que siguen ocultando la verdad
que conocen y que podría llevar algo de tranquilidad y de sosiego a las
familias, que ignoran cuál fue el destino de las víctimas. Ignora la
peligrosidad manifiesta de quien, aún en
el banquillo de los acusados, amenaza a la sociedad, exhibiendo impúdicamente
su poder desaparecedor, escribiendo en un papel el nombre del anciano testigo
Jorge Julio López, junto a la palabra secuestro.
Si una sola de las
denuncias, que deberían hacerse ante las autoridades judiciales y no declamarse
desde un editorial, fuera verdadera, los Organismos de Derechos Humanos serían
los primeros en reclamar. Los Derechos Humanos son los de todos. Aún los de los
asesinos y genocidas. Son los derechos que ellos les negaron a nuestros
desaparecidos y nos niegan a nosotros, sus familiares. El elemental derecho a
la Memoria, la Verdad y la Justicia.
Herman@s de Desaparecidos por la
Verdad y la Justicia llama a la reflexión, no a los editorialistas anónimos,
sino a los lectores de tanta ignominia. Al pueblo argentino, del que intentan
burlarse, para que no otorgue a estas falacias la entidad que no tienen ni
merecen.
Porque cada detenido-desaparecido es
nuestro hermano.
30.000 compañeros detenidos desaparecidos ¡PRESENTES!
¡Ahora y Siempre!
No
olvidamos
No
perdonamos
No
nos reconciliamos
Juicio,
castigo y cárcel común y efectiva a los genocidas
Aparición
de Julio López y esclarecimiento del asesinato de Silvia Suppo
Herman@s de
Desaparecidos por la Verdad y la Justicia