miércoles, 26 de noviembre de 2014

APBA INFORMA A TRAVES DEL DEPARTAMENTO DE DERECHOS HUMANOS




25 de noviembre de 2014


EDITORIAL DEL DIARIO LA NACIÓN DEL 20 DE NOVIEMBRE. MENTIRA, INFAMIA E IRRESPONSABILIDAD

El anónimo editorialista del diario La Nación, ha afirmado que en las cárceles argentinas mueren ancianos acusados por crímenes de lesa humanidad, sin la debida atención médica. Afirma que son sometidos a juicios amañados, acusados por falsos testigos. Que el Ministro de Gobierno, de la Provincia de Buenos Aires durante la Dictadura, Jaime Smart, responsable de las fuerzas de seguridad en su jurisdicción, es acusado por portación de cargo. Atribuye las sentencias al Gobierno y su ideología política y compara la situación con las decapitaciones de Robespierre, los juicios de Stalin y los fusilamientos en Cuba.

Sin intentar responder a argumentos que se descalifican a sí mismos, que atrasan con respecto a decisiones ya irreversibles del pueblo argentino, y que se basan en la mentira, deseamos puntualizar algunos aspectos, llevados no por la indignación que producen, sino por la necesidad de no permanecer indiferentes ante la falta de respeto por la Memoria, la Verdad y la Justicia.

El Doctor Ricardo Lorenzetti afirma en su libro, Derechos humanos: justicia y reparación, que “el fenómeno argentino ha sido un camino trabajoso fundado en la determinación de una sociedad de poner fin a la impunidad.” Pretendiendo contrariar esta realidad, el editorialista anónimo, ignora la valentía de testigos que una y otra vez relatan su suplicio, frente a los rostros impasibles de sus victimarios, reviviendo infinitamente su sufrimiento. Ignora la aparición de cadáveres de madres y de monjas flotando en el mar. El hallazgo de fosas con restos humanos. El testimonio vivo que constituyen los nietos recuperados y el sufrimiento eterno de las familias que buscan a los cientos de desaparecidos vivos, sin que sus desaparecedores contribuyan a su reencuentro, revelando la verdad que ocultan.

Llama al genocidio, así caracterizado por la justicia, guerra antisubversiva. Ignorando las convenciones internacionales que rigen la guerra y el tratamiento de prisioneros. Ignorando que ninguna de las características que definen una guerra se dieron durante la instauración del Terrorismo de Estado.

Ignora que el Estado de Derecho no ha fusilado, no ha decapitado, ni ha llevado a cabo juicios sumarísimos, con los que pretende comparar la realidad argentina, falseando los hechos.

Ignora que es el Poder Judicial, y no el Legislativo ni el Ejecutivo, quien juzga y condena. Que, por el contrario, durante décadas, los otros poderes amordazaron al Judicial impidiéndole con Leyes inconstitucionales, restrictivas del Derecho, y con Indultos, cumplir con su misión. Que los genocidas condenados y los presuntos asesinos que son juzgados, llegan a la cárcel siendo ancianos, porque usufructuaron la impunidad durante cuarenta años, mientras la sociedad reclamaba, desde un principio, juicio y castigo. Que siguen ocultando la verdad que conocen y que podría llevar algo de tranquilidad y de sosiego a las familias, que ignoran cuál fue el destino de las víctimas. Ignora la peligrosidad manifiesta  de quien, aún en el banquillo de los acusados, amenaza a la sociedad, exhibiendo impúdicamente su poder desaparecedor, escribiendo en un papel el nombre del anciano testigo Jorge Julio López, junto a la palabra secuestro.

Si una sola de las denuncias, que deberían hacerse ante las autoridades judiciales y no declamarse desde un editorial, fuera verdadera, los Organismos de Derechos Humanos serían los primeros en reclamar. Los Derechos Humanos son los de todos. Aún los de los asesinos y genocidas. Son los derechos que ellos les negaron a nuestros desaparecidos y nos niegan a nosotros, sus familiares. El elemental derecho a la Memoria, la Verdad y la Justicia.

Herman@s de Desaparecidos por la Verdad y la Justicia llama a la reflexión, no a los editorialistas anónimos, sino a los lectores de tanta ignominia. Al pueblo argentino, del que intentan burlarse, para que no otorgue a estas falacias la entidad que no tienen ni merecen.

Porque cada detenido-desaparecido es nuestro hermano.

30.000 compañeros detenidos desaparecidos ¡PRESENTES!
¡Ahora y Siempre!
No olvidamos
No perdonamos
No nos reconciliamos
Juicio, castigo y cárcel común y efectiva a los genocidas



Aparición de Julio López y esclarecimiento del asesinato de Silvia Suppo
Herman@s de Desaparecidos por la Verdad y la Justicia

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